jueves, 28 de marzo de 2013

EXODO, "LIBERACIÓN DEL PUEBLO DE ISRAEL"

Registra la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud y documenta su propósito para la existencia como una nación.
Autor: Moises


Puede Escuchar el Libro Completo de
Exodo en el Siguiente Video

 Este libro  toma  su   nombre del  hecho que 
constituye el hilo conductor de todo el relato 
de la  salida  de  Egipto  de  los  israelitas y los 
años que vivieron  en   el desierto antes de 
llegar a Canaán, la Tierra prometida.

En efecto,el vocablo griego éxodos utilizado 
por  la   Septuaginta   que  en  el  castellano 
equivalente, se  definen  propiamente  como 
“salida”.   A su vez, la  Biblia   hebrea   titula 
el libro  con  una  de  sus  palabras iniciales: 
Shemoth,que significa “nombres”.

La  primera  parte  del  Éxodo  ( 1:1–15:21 ) 
relata el cambio de situación que,  para  los 
descendientes de Jacob,supuso el que «un 
nuevo rey,  que  no  conocía  a  José» (1:8), 
comenzara  a  reinar sobre  Egipto. 

La narración  no   se ajusta a una cronología 
estricta,  y  a primera  vista  parece  que  los 
hechos    se    suceden    sin    solución   de 
continuidad. 

Sin embargo, una lectura atenta lleva  a  la 
evidencia de que, entre el asentamiento de 
Jacob en Gosén ( Génesis 46:1–47:6 ) y  el 
reinado del nuevo faraón,transcurrieron  430 
años de  permanencia  de  los  israelitas  en 
Egipto ( 1:7).   

Fue  tan   solo en  el  último  tiempo cuando 
la  hospitalidad   egipcia   (Génesis 47:5–10) 
se trocó en opresión  y  los  israelitas fueron 
reducidos a la esclavitud (1:13).

En aquella penosa condición, sus  súplicas 
llegaron a oídos del Señor (3:16), que llamó 
a Moisés y se  le  reveló  en «Horeb,  monte 
de Dios» (3:1)  para  confiarle  la misión  de 
liberar al pueblo (3:15–4:17).

Con un extraordinario despliegue de señales, 
Dios , por medio de  Moisés,obliga al faraón 
a dar   libertad  a la multitud israelita 
(12:37–38).

Esta,   después  de   haber   celebrado  la 
primera Pascua como signo de  salvación, 
emprende la  marcha camino del mar, y lo 
atraviesa a pie por el mismo  punto en que 
luego las aguas cubrieron al ejército egipcio.

El  pueblo,  entonces, junto  con  Moisés  y 
María,expresa su gratitud a Dios entonando 
un canto, que es uno de los testimonios más  
antiguos de la milagrosa liberación de Israel 
(15:1–18:21).

La  segunda   parte  del  libro (15:22–18:27) 
recoge una serie de episodios relacionados 
con  la   marcha  de   los   israelitas  por  el 
desierto.

Una vez atravesado el mar, se adentraron en 
los parajes secos y áridos de la península de 
Sinaí.  En  su   nueva   situación   se  vieron 
expuestos  a  graves dificultades  y  peligros, 
desconocidos    para    ellos    hasta   aquel 
entonces. 

El  hambre,   la  sed  y  la  abierta  hostilidad 
de  otros habitantes  de  la región, como  los 
amalecitas,fueron causa de frecuentes quejas 
y  murmuraciones   contra   Moisés  y contra  
el  Señor  (15:24; 16:2; 17:2–7). 

Muchos protestaban y, pareciéndoles mejor 
comer y beber como  esclavos que asumir
las responsabilidades de la libertad,
clamaban : 

«  Ojalá hubiéramos  muerto a manos de 
 Jehová  en  la  tierra de  Egipto, cuando
nos sentábamos ante  las ollas de carne,
cuando comíamos pan hasta saciarnos » 
(16.3).

Por  esto,  Moisés   hubo   de   interceder  en 
repetidas ocasiones delante de Dios en favor 
de  los  israelitas,  y  el  Señor   los  atendió  
una y otra vez en todas sus necesidades. 

Los    alimentó    con   codornices   y   maná 
(cap.16),  hizo  brotar  agua  de la roca para 
que  calmaran    su  sed ( 17.1–7;   Número 
20.2–13)  y los libró de los enemigos que los 
acosaban (17.8–16).

La  marcha  por  el desierto de Sinaí tenía 
como objetivo final la región de Canaán. 

Allí estaba la  Tierra  prometida, descrita 
como «una  tierra  que  fluye  leche y miel»  
(3.8). Pero antes de llegar a ella, el pueblo 
de  Israel debía  conocer  que Jehová Dios  
lo  había  tomado  de  entre todos los otros 
de la tierra para serle consagrado como «el 
pueblo de su heredad», como «un reino de 
sacerdotes y gente santa» (Deuteronomio 
4.20; 7.6; Éxodo 19.5–6). 

El monte Sinaí fue el escenario escogido por  
Dios  para  establecer  su pacto con Israel y 
constituirlo en su propiedad particular.

Ese pacto significaba, pues, un compromiso 
para el pueblo, que quedaba obligado a vivir 
en  santidad.   Esta   era   la   parte   que  le 
correspondía  guardar,  en  respuesta   a  la 
elección con que Dios lo  había distinguido 
de manera gratuita.

Para   hacerlo   posible,   Dios  mismo  dio  a 
conocer a su pueblo, en la ley proclamada en 
el Sinaí, lo que de él exigía y esperaba que 
cumpliera puntualmente.

La Ley  ( en hebreo, torah),  que es dada a 
Israel por mano de Moisés,comienza con la 
serie   de    disposiciones    universalmente 
conocida como El Decálogo o Los Diez 
Mandamientos, que empieza así:

«Yo soy Jehová, tu Dios, que te saqué de la 
tierra de Egipto,de casa de servidumbre. 
No tendrás dioses ajenos delante de mí» 
(20.2–3). 

Con  estas    palabras  queda establecida la 
vinculación  exclusiva  y definitiva de Israel 
con el Dios que lo había liberado y lo había 
atraído  a  él  como « sobre alas de águila » 
(19.4). 

A  partir   del   Decálogo,  toda  la Ley, con 
su evidente preocupación por defender los 
derechos  de  los  más  débiles   (22.21–27), 
viene  a  sentar  el fundamento  jurídico de 
una comunidad creada para la solidaridad y  
la  justicia, y consagrada especialmente al  
culto  de  su  Señor,  del  Dios  único  y 
verdadero (25–31; 35–40).



ESQUEMA DE CONTENIDO:

 I. La Nación de Israel en Egipto: 1:1-12:36
    A. La esclavitud egipcia: 1:1-22
    B. Dios prepara un libertador: Moisés: 
2:1-4:31
    C. El diálogo con Faraón: 5:1-11:10
    D. El Pascua: 12:1-30
    E. La Liberación de Egipto: 12:31-36
 II. Israel en el desierto: 12:37-18:27
    A. El Éxodo y la persecución por los 
egipcios: 12:37-15:21
   B. La jornada a Sinaí: 15:22-17:16
   C. La visita de Jetro: 18:1-27
 III. Israel en Sinaí: 19:1-40:38
   A. La entrega de la ley: 19:1-25
   B. Leyes que gobiernan la vida moral: 
19-22
   C. Leyes que gobiernan la vida social: 
22-23
   D. Leyes que gobiernan la vida religiosa: 
24:1-31:18
  E. El Tabernáculo: 24:12-40:38
      1. El Tabernáculo diseñado: 
Instrucciones acerca del Tabernáculo y de los 
sacerdotes: 24:12-31:18.
      2. El Tabernáculo tardado: El becerro 
dorado   y la renovación del pacto: 
32:1-34:35.
     3. El Tabernáculo completado: 
Levantamiento del Tabernáculo e institución 
del sacerdocio: 35:1-40:38.

Fuente: Biblia soft.

Son bienvenidos sus comentarios:

1 comentario:

  1. biblia DEUS MUNDO SALVAÇAO


    SAO PAULO 29 DE março DE 2013 BRASIL

    OLA

    SURDO MUDO

    EU MEU GRANDE UM FORTE ABRAÇO SAUDE DEUS VOCE LEMBRA OBRIGADO AMIGO

    joao batista vieira silva

    joaobibliasurdo2013@gmail.com / gmail.

    joaobibliasurdo2013@gmail.com / facebook

    joaobibliasurdo2013hotmail.com / msn

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